OMA continuó el éxito del epicentro de Nueva York con un nuevo espacio en el histórico Rodeo Drive de Beverly Hills.
El diseño en cierta manera es el opuesto al de Nueva York: una ola empieza en la planta baja pero luego sube a la segunda planta antes de volver a bajar. La fachada está formada por un solo bloque de aluminio y el escaparate está situado al nivel de la acera, con aperturas de vidrio hasta el suelo. Muchas de las paredes interiores están compuestas por una esponja de resina fabricada especialmente para ellos y que le da una cualidad porosa y extraña al edificio.
Dentro de la tienda, unas grandes escaleras de madera forman una colina.
Al contrario que en la ola de la tienda de Nueva York, esta lleva una caja de aluminio. Flotando por encima de la entrada en el hueco con espejo que se encuentra bajo escalera-colina, podemos ver que el suelo de mármol blanco y negro y las vitrinas hacen referencia a la primera tienda Prada de 1913 en Galleria Vittorio Emanuele II (Milán).
La caja de aluminio está a su vez alineada con un nuevo material desarrollado concretamente para Prada: mitad cuerpo, mitad aire, la “esponja”. La escalera ofrece un fondo artificial poroso para las mercancías y diferencia aún más la identidad física de Prada en sus tiendas.
Se encuentra enmarcada en láminas de vidrio que van desde lo translúcido hasta lo transparente, por lo que el tamaño de la tienda parece aumentar o disminuir según la cantidad de clientes. Una estructura en el techo con la misma longitud que toda la tercera planta deja entrar la luz del sol en el edificio.
El epicentro de Los Ángeles se restauró en 2012.