365 FW 2018 Woman

Neon Dream, que traslada la identidad visual de la campaña de la colección de ropa de mujer Otoño/Invierno 2018 de Prada a la imagen en movimiento, es un corto protagonizado por la actriz hollywoodiense Sarah Paulson y cuenta con la presencia de la modelo Amanda Murphy. Murphy interpreta a una misteriosa heroína mientras Paulson encarna múltiples versiones de un mismo personaje. Ambas mujeres se mueven constantemente a través de los luminosos paisajes nocturnos de Las Vegas y su famosa Sunset Strip en una narrativa en continuo proceso de transformación.

Inspirada por el distintivo lenguaje visual de la ciudad, sus showgirls y neones, su iconografía de mediados del siglo pasado y tótems nativos, la película sitúa a Murphy en un reflejo surrealista de la materialidad de Las Vegas, concebido como un oasis de luz en un desierto de oscuridad. Se rodó en Las Vegas, pero la ciudad es, sin embargo, una ficción compuesta por arquetipos: cortinas de terciopelo rojo, adornos luminosos, colorido Technicolor, vallas publicitarias y descapotables. Realidad, reimaginada. Un sueño de neon.

En un inesperado giro de los acontecimientos, agudizando la sensación de sueño y estado hipnagógico, Sarah Paulson lleva a cabo un cameo que va marcando la acción a lo largo de la película. Aunque interpreta diferentes papeles, cada uno de ellos es una faceta distinta del mismo personaje, un ángel de la guarda que reaparece una y otra vez como un eco estético. La reiteración de Paulson en estos diferentes aspectos, ilusiones separadas de uno mismo, enfatiza la irrealidad de las escenas. También pone de relieve la continua y profunda fascinación de Prada por la multiplicidad de papeles de mujeres singulares, además del constante cambio de la identidad personal a través de la moda.

"Vestir Prada siempre me ha ayudado a conectarme conmigo misma... con todo mi ser. Así que haber formado parte de esta creativa y evocadora película, que abraza la mulidimensionalidad femenina, ha sido muy emocionante". Así lo ha explicado Sarah Paulson.

Con un encuadre cinematográfico con la interminable noche de Las Vegas de fondo e inmersa en puro color, Amanda Murphy es la protagonista de Neon Dream, la nueva crónica de 365 que se desarrolla mediante imágenes estáticas y en movimiento.

Un avatar fulgurante en un escenario de luces que entremezcla los tópicos de Las Vegas con los signos y señales del universo de Prada. Estampada a lo largo del cielo nocturno y de su propio cuerpo, Murphy se convierte en una representación luminosa de Prada. En el centro de la imagen, se convierte en otro símbolo de neón en una ciudad compuesta por reflejos hiperreales de la actualidad, capturados por Willy Vanderperre. Unos exuberantes colores rosa, rojo y naranja fluorescentes contrastan con los oscuros cielos negriazules de las panorámicas de Las Vegas, borrosas e impresionistas; unas imágenes que, en última instancia, representan la idea de la ciudad, un espejismo, un ideal. La personalidad y el poder de esta mujer se abren paso a través de todo ello; es una mujer en la noche, pero tiene el control, no tiene miedo. La realidad controla el sueño.

Proyectándose sobre el cielo nocturno de Milán, el interior arquitectónico de la Torre de la Fondazione Prada conforma el impresionante telón de fondo de Ultravision, la última actualización de 365 para la campaña publicitaria de Prada de la colección Otoño/Invierno 2018: la nueva imagen de la mujer Prada.

Willy Vanderperre realizó una sesión de fotos en los espectaculares enclaves de la Torre, con sus escaleras laberínticas y llenas de ángulos y la espectacular panorámica del skyline de Milán a través de la cúspide de cristal. Cada fotografía es una experiencia intensa que irradia color y una fuerza femenina. Todas las modelos, Mica Argañaraz, Sarah Fraser, Amanda Murphy, Sasha Pivovarova, Amber Valletta, Anok Yai, Liu Wen y Kiki Willems, se plasman como heroínas de Prada, rebosantes de color y destellos fluorescentes. Sus movimientos en las imágenes son elegantes y dinámicos.

La secuencia de fotografías compone los fragmentos de una misma historia, de un viaje. Todas las modelos ascienden simbólicamente las escaleras de la Torre hacia la cúspide, en colores intensos y atrevidos, brillando al borde del paisaje nocturno.

Estas fotografías, y las mujeres que las habitan, son realidad y fantasía, con un halo de incandescencia y tonalidades irreales y saturadas.