En lugar de uno, muchos. En vez de un único corto para la campaña para mujer Primavera/Verano 2019, Prada 365 presenta una identidad multifacética de imágenes en movimiento: cinco cortos individuales que exponen y exploran el concepto que reside tras el desfile de moda para mujer de Prada, reformulado y reinventado a través del cine.
En cierta medida, todas las modelos son actrices, ya que personifican las distintas actitudes de las prendas que visten. En este caso, el concepto va más allá: cada modelo adopta un personaje definitivo, concebido para el corto en el que debuta e inspirado en la colección Primavera/Verano 2019 de Prada. Una selección diversa de modelos internacionales representa a nuestras heroínas: un elenco intercultural con apodos femeninos tomados de bolsos de mano de Prada. Freja Beha Erichsen se convierte en Sybille, Gigi Hadid en Sidonie, Maike Inga en Margit, Liu Wen en Odette y Anok Yai en Belle. Todas se identifican como modelos, pero adoptan otra identidad y crean un nuevo mundo.
Estos cortos reflejan al mismo tiempo el desfile Primavera/Verano 2019 de Prada y las emblemáticas películas de la última mitad de siglo.
Cada uno de los cinco cortos refleja de modo consciente un género clásico (horror, suspense, thriller, romance) y reimagina sus guiones con el estilo de Prada.
Estas piezas son una expansión de las narrativas visuales y plurales digitales e impresas propuestas por Prada 365, y se representan de manera directa mediante imaginario impreso (creado para imitar carteles de películas) que muestra adelantos estilísticos de estos atractivos cortometrajes. Dirigidos por Willy Vanderperre, con Benoît Debie como director de fotografía y Frédéric Sanchez como director musical, estos cortos muestran una dualidad básica, una noción de multiplicidad en el corazón de la identidad de Prada y una dicotomía central del desfile Primavera/Verano 2019 de Prada.
No obstante, cada mujer es única y singular, una heroína individual, un rostro distinto, una nueva faceta de Prada y un aspecto diferente de Prada 365.
Willy Vanderperre
Models
Freja Beha Erichsen, Maike Inga, Gigi Hadid, Liu Wen, Anok Yai
Double Exposure
Hombre, mujer; realidad, ficción; quietud, movimiento. La dualidad, parte inherente de Prada, queda representada en la pasarela de ropa para mujer de la colección Primavera/Verano 2019, que se expone en una nueva evolución de Prada 365. La realidad se transforma en una proyección cinematográfica en la nueva campaña de ropa tanto para mujer como para hombre.
La cámara de Willy Vanderperre captura las imágenes para las campañas de ropa para mujer y para hombre en una serie de cortos cinematográficos creados de manera específica por Prada. Estas películas son dirigidas y calificadas como largometrajes: su director de fotografía es el famoso cineasta Benoit Debie, y el artista sonoro Frédéric Sanchez ha compuesto expresamente la música de cada una. Se han rodado cinco cortometrajes para mostrar la colección Primavera/Verano 2019 de ropa para mujer, y otros dos para celebrar la de ropa para hombre. Al igual que con las películas de Hollywood, estos carteles, una nueva evolución de Prada 365, se convierten en avances de las películas, Se estrenarán durante los meses de enero y febrero de 2019 en Prada.com.
Esta campaña busca simbolizar el concepto de Prada como un autor cuyo estilo y temática enfatizan los elementos visuales. Una gran película puede representar un modo de ver el mundo, una ventana a un universo imaginario propio. En esta campaña, Prada dirige múltiples realidades y transforma a cinco modelos femeninas (Freja Beha Erichsen, Gigi Hadid, Maike Inga, Liu Wen y Anok Yai) en personajes con nombres de las colecciones de accesorios de Prada: Sybille, Sidonie, Margit, Odette y Belle. Estos nombres están inspirados en la rica historia de cinco iconos femeninos del cine, cerrando así un ciclo de Möbius que va de lo inspirador a lo inspirado, y de vuelta a lo que inspira.
Por su parte, los modelos masculinos, Daan Duez, Jonas Glöer y Tae Min Park, se representan como ídolos diurnos, los homólogos masculinos de las estrellas femeninas. Los modelos se convierten en protagonistas de películas, iconos modernos de la gran pantalla, espectaculares.
La campaña publicitaria se basa en una serie de carteles de película intrigantes y enigmáticos cuyo lenguaje visual consigue fijar las imágenes en movimiento de las que proviene. Igual que en las campañas de moda, los carteles de película reflejan instantes concretos, breves y efímeros por naturaleza, pero que más adelante se convierten en símbolo y emblema del momento cultural en el que se crearon. En esta campaña, se hace referencia consciente a los estilos y tratamientos gráficos de mediados del siglo pasado, que trascienden a su tiempo y se convierten en citas gráficas de nuevo vigentes en la actualidad, convenciones cinematográficas que se usan como marco para atraer y seducir a los espectadores.
Las imágenes se basan en la iconografía propia y fácilmente reconocible del cine para expresar de manera implícita su pertenencia a un todo más grande. Cada una de ellas se presenta como un fragmento de la narrativa original de la película: siluetas que se marchan, al parecer capturadas en movimiento, sin comentarios ni explicaciones y con miradas que salen del marco en una conversación ambigua y estética. Actitudes y gestos congelados, extraídos del cine clásico, que en determinados momentos avivan el recuerdo, en parte familiares. Son a la vez reflexión y refracción, antiguas y nuevas.
La dualidad implícita se vuelve explícita gracias a la superposición gráfica de las imágenes; otro dueto, retratos con color que sirven de fondo a la acción del primer plano, una doble visión de cada figura, imágenes quietas que dan indicios de movimiento. Al instante recuerdan la dualidad subyacente entre el actor y el papel que representan, entre persona y personaje. Y también son expresión de las diferentes personas que todos representamos en el cine de realidad que son nuestras vidas.