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Painted in Prada
El poder de la artesanía y la fuerza de una imagen; la intimidad de una prenda; la energía y las vibraciones positivas del color. La mezcla de lo real y lo digital (que ahora forma parte de nuestro día a día): una nueva idea de intimidad, un surrealismo que refleja estos días tan particulares. La campaña de la precolección Otoño 2020 de Prada ha sido diseñada para reaccionar ante un mundo cambiante y refleja una fusión de la mano y el ojo humanos con la tecnología. Todos ellos imprescindibles. Un medio híbrido de comunicación, expresión y creatividad.
Concebida y creada junto a la colección Otoño/Invierno 2020 de ropa de hombre de Prada presentada en enero, en la precolección Otoño 2020, el color vuelve a calibrar las prendas clásicas para conferirles una nueva actualidad, una atmósfera surreal. En esta campaña, fotografiada por David Sims en Londres el 13 de febrero de 2020 y pintada en Nueva York las semanas siguientes, se cuestiona la dimensión física: los vivos colores de la colección se aíslan, se abstraen y se sitúan en primera línea para destacar su esencia material y su encantadora simplicidad. Las prendas de color se convierten en color puro que desafía la forma clásica de las fotografías.
Las imágenes y películas de la pantalla combinan acuarelas pintadas a mano con arte digital. Las fotografías en blanco y negro que David Sims hace a Freja Beha Erichsen actúan como un lienzo monocromo para una posterior invención, una expresión creativa a través de la saturación del color, aplicada sobre la imagen con una espontaneidad totalmente improvisada. Las silueta de las prendas, sus costuras y patrones se convierten en marcos de "pintura por números" para exploraciones enérgicas de color - una docena de tonos Prada-ist de azul celeste, rosa, amarillo, naranja, verde y más. Las películas de la campaña proponen otro giro, transformando a la modelo en creadora: Beha Erichsen determina su propia imagen, su autoría, dando color a sus prendas y accesorios en un gesto surreal y, a la vez, logrando que todo cobre vida simultáneamente. Las películas también dan vida a una narrativa de muchas capas a través de portales digitales y el perfil de Instagram en Prada.
En un momento en que nuestra experiencia de la sociedad y la cultura queda definida por la imagen plana (ordenadores, teléfonos, televisiones y páginas de revistas) y marcada por el distanciamiento social, esta campaña se inspira en lo accidental, en la imperfección de la artesanía y en la naturaleza inacabada de la interacción humana. Esas líneas difusas entre lo fotográfico y lo pictórico, entre la tecnología y la humanidad, es un eco subconsciente de nuestro momento. La alegría del color a través del placer de la tecnología, dos canales para comunicar un mensaje de manera inmediata. Al final, ese mensaje es el positivismo: una fantasía pintada con los colores de Prada.
Concebida y creada junto a la colección Otoño/Invierno 2020 de ropa de hombre de Prada presentada en enero, en la precolección Otoño 2020, el color vuelve a calibrar las prendas clásicas para conferirles una nueva actualidad, una atmósfera surreal. En esta campaña, fotografiada por David Sims en Londres el 13 de febrero de 2020 y pintada en Nueva York las semanas siguientes, se cuestiona la dimensión física: los vivos colores de la colección se aíslan, se abstraen y se sitúan en primera línea para destacar su esencia material y su encantadora simplicidad. Las prendas de color se convierten en color puro que desafía la forma clásica de las fotografías.
Las imágenes y películas de la pantalla combinan acuarelas pintadas a mano con arte digital. Las fotografías en blanco y negro que David Sims hace a Freja Beha Erichsen actúan como un lienzo monocromo para una posterior invención, una expresión creativa a través de la saturación del color, aplicada sobre la imagen con una espontaneidad totalmente improvisada. Las silueta de las prendas, sus costuras y patrones se convierten en marcos de "pintura por números" para exploraciones enérgicas de color - una docena de tonos Prada-ist de azul celeste, rosa, amarillo, naranja, verde y más. Las películas de la campaña proponen otro giro, transformando a la modelo en creadora: Beha Erichsen determina su propia imagen, su autoría, dando color a sus prendas y accesorios en un gesto surreal y, a la vez, logrando que todo cobre vida simultáneamente. Las películas también dan vida a una narrativa de muchas capas a través de portales digitales y el perfil de Instagram en Prada.
En un momento en que nuestra experiencia de la sociedad y la cultura queda definida por la imagen plana (ordenadores, teléfonos, televisiones y páginas de revistas) y marcada por el distanciamiento social, esta campaña se inspira en lo accidental, en la imperfección de la artesanía y en la naturaleza inacabada de la interacción humana. Esas líneas difusas entre lo fotográfico y lo pictórico, entre la tecnología y la humanidad, es un eco subconsciente de nuestro momento. La alegría del color a través del placer de la tecnología, dos canales para comunicar un mensaje de manera inmediata. Al final, ese mensaje es el positivismo: una fantasía pintada con los colores de Prada.
Créditos
Fotografía de David Sims
Dirección creativa de Ferdinando Verderi
Estilismo de Olivier Rizzo
Películas de Ferdinando Verderi
Modelo Freja Beha Erichsen
Dirección creativa de Ferdinando Verderi
Estilismo de Olivier Rizzo
Películas de Ferdinando Verderi
Modelo Freja Beha Erichsen