FW 2010 Menswear

Cada temporada, los diseñadores reflexionan sobre los cambios en la sociedad al anticipar nuevos estados. La búsqueda del fenómeno más fascinante y actual nos lleva a una de las grandes manifestaciones de la cultura humana: la ciudad. Su multiplicidad de programas, materiales, colores, atmósfera e información, convierten a la ciudad en el contexto urbano ideal para muchos tipos de personas, así como en la fuente de creación de varios tipos de personajes.

Por este motivo, el lugar de celebración del desfile se ha diseñado como una abstracción de las ciudades e integra la colección mediante un decorado real, pero idealizado. Las habitaciones y la ciudad se han reconstruido de una forma más general mediante el uso de materiales especiales como la gomaespuma, un suelo de cuadros blancos y negros industrial, la resina o el contrachapado, que les proporcionan un carácter común e identificable.

Un escenario rosa para la actuación del DJ y una tienda Prada tradicional con su característico suelo de cuadros blancos y negros forman parte de este entorno urbano. Un bar revestido con un tablero a cuadros de metal industrial y otro mostrador en el que el público puede estar de manera informal mientras observa el desfile de modelos, se convierten en símbolos de integración del evento de moda con la vida real.

Teniendo en cuenta que la sala de cine actual es un lugar de observación y de satisfacción de sueños, el lugar de celebración del desfile contiene su propio escenario, lo que permite al público percibir al modelo deambular en un contexto de ciudad irreal desde una perspectiva más elevada. Se ha realizado un “Central Park” mediante la dispersión de resina verde con el fin de resaltar la artificialidad del decorado.

El papel de pared del “centro de noticias” muestra una enorme cantidad de información inspirada de la vida real, pero también, anunciada en el contexto de la “tienda online” en relación con unos productos todavía inimaginables. Una pantalla de proyección situada delante del “espacio calle” cuenta cómo transcurre la vida en las ciudades en toda su variedad, tal y como ocurre en todo el mundo.

Un camino en diagonal disecciona la red de habitaciones heterogéneas y sirve de atajo para la complejidad de esta pequeña ciudad mientras el modelo desfila por él. Dicho camino conduce directamente a la entrada de los invitados, lo que hace que estos se sientan como el modelo y que el modelo se convierta en el invitado. Por último, la trayectoria atraviesa los espacios individuales exponiendo el estilo de sus habitantes.

Créditos: OMA/AMO