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Special Projects
Prada Invites

Prada Invites

Por primera vez, PRADA ha invitado a cuatro célebres mentes creativas para que cada una trabaje en un artículo único. Para esta ocasión, el foco se ha desplazado a la parte industrial de la polifacética identidad de PRADA.

Ronan & Erwan Bouroullec, Konstantin Grcic, Herzog & de Meuron y Rem Koolhaas han trabajado cada uno por separado con la simple instrucción de crear un artículo usando el tejido de nylon negro, el icono de Prada.

“PRADA Invites” manifiesta cuatro aproximaciones radicalmente diferentes que investigan el aspecto poético, práctico, técnico y estético del nylon.

Ronan & Erwan
Bouroullec

“Siempre me ha gustado el tipo de gente, arquitectos, pintores y estudiantes, que van con carpetas de arte; el movimiento de ese rectángulo, su corte limpio y geometría fija en contraste con cuerpos en movimiento.

Este proyecto toma esa geometría y la infunde en una bandolera, con su interior reforzado, cierre inferior, tiras elásticas y remache, y el uso de un único color, lo que aporta un carácter juguetón gráfico y sutil”.

Ronan Bouroullec

Konstantin Grcic

“La referencia clave de mi propuesta es el chaleco de pescar, que representa la idea de una bolsa (objeto para el que se pensó el nylon en un primer momento) como prenda. Lo primero que pensé fue recrear el famoso chaleco de pescar de Joseph Beuys con el nylon negro de Prada.

Después, trabajé en dos modelos, lo que interpreta el tema de una manera más abstracta: ‘Apron’ y ‘Hood’”.

Konstantin Grcic

Herzog & De Meuron

“El lenguaje ha perdido su poder, su poder de persuadir a la gente con argumentos o encandilarles con la poesía de las palabras. El lenguaje fue un arma de entendimiento, usada para construir argumentos y significados y para probar verdades o, al menos, verdades potenciales y críticas.

El lenguaje se podía refutar con el lenguaje; los argumentos con otros argumentos. De dentro hacia fuera, el lenguaje crítico ayudó a revolucionar la burguesía y el orden social capitalista liberándolos de los valores represivos y conservadores del pasado. Ahora el lenguaje ha fortalecido su competencia esclarecedora. Ha perdido su poder de seducción. No hay nada nuevo, nada crítico, nada verdadero en un lenguaje que no se puede convertir en su contrario y seguir siendo verdadero. El lenguaje se ha convertido en un vehículo vacío de información. 

Las verdades, medias verdades y mentiras tienen el mismo valor en nuestra llamada sociedad de la información. El lenguaje no produce un contenido auténtico o un significado profundo porque ha sido despojado de credibilidad al asumir estos valores. Desde que no hay confianza en las palabras, el lenguaje se ha vuelto impotente, se ha visto reducido, fragmentado o relegado al reclamo de la academia.

El texto se percibe como un diseño, patrón o decoración comparable a los una vez potentes símbolos y señales, ahora tatuados en los cuerpos humanos sin número. ¿Lenguaje, palabras, pasajes enteros como tatuajes decorativos? El lenguaje al que nos enfrentamos es como un hallazgo arqueológico, tan fascinante para nosotros como los pergaminos o las monedas antiguas, porque sentimos que el tiempo vuela”.

Herzog & de Meuron

Rem Koolhaas

“En 1984, Prada fue el único responsable de la vuelta de la mochila. La mochila, extremadamente útil para explorar la naturaleza, se convirtió en el bolso personal urbano preferido. En esencia, la mochila contiene jerséis, chubasqueros, plátanos, bebidas, calcetines... Todo comprimido en el único volumen sin forma de la mochila. La forma de la mochila tiene la ventaja de que es flexible, pero el inconveniente de que no es accesible dado que se lleva en la espalda. Para poder acceder, tienes que quitártela y gastar tiempo para sacar lo que buscas del interior del basurero que es la mochila.

Hoy, mientras esperamos en fila para el típico control de equipaje del aeropuerto, es sorprendente ver cómo los contenedores sin forma que son las mochilas, habitadas por estrictos dispositivos octogonales como el portátil, el cargador, libros, neceser; y qué extraño es liberar estos objetos de su contención en la mochila: cuerdas, tiras, cierre autoadhesivo. Todos los puntos de entrada parecen subdimensionados y desemparejados.

Este proyecto propone una reinterpretación de la mochila, más apropiada a los ciudadanos urbanos de hoy en día. Se lleva delante y lo que en ella se transporta está siempre accesible. Se divide en compartimentos dimensionados para acomodar los dispositivos que facilitan la vida moderna, fáciles de sacar mediante aberturas convenientes.

La posición frontal aporta un toque más íntimo de privacidad, un mejor control del movimiento, evitando la cadena de coaliciones que genera una mochila de forma involuntaria”.

Rem Koolhaas