El edificio es sobrio y elegante, en consonancia con su entorno, mientras que el interior, enmarcado por una secuencia de grandes ventanales, revela un espacio original de 150 metros cuadrados.
La instalación temporal para la inauguración está inspirada en colores y un ambiente animado: presenta una alfombra a rayas marfil y verde, paredes con el mismo gráfico y una secuencia de rayas alternas en colores contrastantes. Un letrero de neón ofrece una interpretación renovada e icónica del logo del triángulo de Prada.
La tienda, que alberga las colecciones para hombre y mujer de ready-to-wear, marroquinería, calzado y accesorios, también presenta una colección especial que evoca el ambiente veraniego.